La novela que os presento es la primera de A. Hess y ha sido muy bien recibida por la crítica, porque alguno se ha preguntado más de una vez si la población alemana era consciente o no de lo que estaba ocurriendo en los campos de concentración.
Lluvia fina
Luis Landero. Tusquets, 2019, Cuando comenzamos con esta sección de lectupíldoras señalé que hay que procurar encontrar en la lectura de cualquier novela, ensayo u otra obra un entretenimiento, un …
Os salvaré la vida
No siempre voy a comentar novelas premiadas, si bien para mi esta se lo merece. El género histórico es uno de mis preferidos, aunque advierto que a aquellos que no les guste la historia, pasen a otra.
Está relatada por Rubén Burén, un biznieto del protagonista, Melchor Rodríguez líder de la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT), y merece mi recomendación, sin olvidar que he leído críticas sobre la mismacalificándola como “cutre”, y según entiendo dependerá de quien cuente los hechos. Un término que me ha dolido leerlo porque te puede gustar o no una novela, o la visión de la historia que en este caso se pretender realizar de una manera, en mi opinión, bastante imparcial.
La trenza
Primera novela de Laetitia Colombani sobre mujeres y podría decir para mujeres, aunque desde estas líneas animo a cualquier lector a que se acerca a ella. Antes de leer esta novela busqué algunas opiniones, calificándola de simplista, melodramática, feminista, etc. Ello no suele influirme y me alegro de haber hecho caso a mi instinto.
Días de perros
Nada más lejos del título, esta vez os propongo pasar unos días de fantástica risa y diversión para estas vacaciones. Dicen que la risa es de las mejores terapias, ya que genera las tan necesarias endorfinas.
En mi opinión, con esta comedia ligera no solo están garantizadas las sonrisas a través del humor inteligente de su autor, presente a lo largo de la misma, que te llenará de buenos momentos, además comprobarás cómo se pueden retomar las segundas oportunidades, sin olvidar aquellos momentos que tú y tu imaginación deseen (#ViviendoMomentos que nos dice nuestra compañera Maite Padilla).
Todo lo mejor
César lo has vuelto a hacer, me tienes enganchada.
Os diré que Cesar Pérez Gellida que es paisano y lo cuenta allí donde va. En la pasada Feria del Libro de Valladolid tuve la suerte de charlar un rato con él. Le hablé de nuestra sección de “Lectupíldoras” en pacientes que cuentan y aunque su género puede que no guste a todos, particularmente yo soy muy fan, consciente de que un paciente con dolor puede preferir otra clase de novelas.
Cometas en el cielo
Hoy os presento un libro publicado en España en 2004 que justo hace ahora 10 años que lo leí por primera vez, y hace poco me alegró verlo recomendado entre los libros que uno ha de leer.
Eso es lo que me ha ocurrido a mí y por eso lo he elegido, a sabiendas que muchos ya habrán hecho lo mismo. Cuántos calificativos y emociones le habrán puesto: desgarradora, conmovedor, real, una inocencia perdida. Nos permite o invita a reflexionar sobre otras realidades como la impuesta por los talibanes que prohibieron volar cometas, pues resulta un pecado. De fácil lectura y de los que no te dejarán indiferente.
La retornada
Un puñado de hermanos (dos chicos, una chica y un bebé), unos padres y una casa desconocida es lo que se encuentra nuestra protagonista cuando llega a una zona de los Abruzos italianos con su maleta y demasiadas preguntas.
¿Por qué la han devuelto a su familia biológica, a su otra madre que no conocía, ni recuerda?
Tiene 13 años y hasta la fecha una vida feliz y tranquila con unos padres que la querían, sus amigas, la escuela y todas las comodidades. Lo que ella entendía como normalidad se ha esfumado.
Frankenstein o el moderno Prometeo (1818) de Mary Shelley
Os presento un clásico que acaba de cumplir dos siglos y sobre la que me voy a extender un poco más.
¿Quién no ha visto o ha oído hablar de la historia de Frankenstein?
Los de mi generación creo que todos y los más jóvenes también. Ahora me gustaría animaros a leer la verdadera historia escrita por una jovencísima Shelly, de 18 años, que en esa época tuvo que publicarla con el nombre de su marido (Percy Bysshe Shelley), hasta que en 1831 reescribiera la obra entera y se editara ya con su nombre (Mary W. Shelly).