¿Qué me diriais de una canción que comienza?
“Me pregunto de dónde son
Sé que las vi, vestidas de luz
Me tocaron la frente
Cuando nací me dieron el don
Para escribir, para hacer una canción y curarme del temor que engendré dentro de mi”
Mi historia con los Tahures Zurdos es la del amor verdadero. Siempre han estado conmigo y yo con ellos. No podía comprar sus discos pero grababa sus canciones de la radio, hasta que pude hacerlo. Aurora Beltrán, la compositora y cantante, como le dije en su camerino en un concierto ha ido escribiendo mi vida. Y por supuesto, tenían que estar en esta humilde sección sobre canciones que elaboro. Como los verdaderos amores, los Tahures vienen a acompañarme en este triste momento que vivo.
Ese “Sé que vendrán“, el estribillo, lo he cantado hasta la saciedad, hasta quedarme ronca. Al principio, no sabía muy bien qué era lo que vendría pero removía la esperanza con la que escribí mi primer poema con quince años en el que se repetía: Algún día el sol brillará…..
Habla de las musas, las divinidades inspiradoras de conocimiento, según la mitología griega y que a mí desde pequeña me dieron el “don” de escribir con el único objetivo de aliviar “el temor que engendré dentro de mi”. Así ha sido siempre.
Y son las mismas musas que hacen posible mi blog: colorearcondolor y esta sección donde escribo. Aquellas que, benditas ellas, tocan a Leo, a Vero y a Maite para escribir sus blogs. Verdaderos remedios contra el dolor crónico. Pero es que también Leo y Maite han publicado un libro cada una: El dolor si tiene nombre y Fibromialgia, mi compañera, respectivamente.
Y ya para rizarlo todo Yolanda, la de Dúrcal, lanzó un cuento: Mamá tiene una amiga invisible para explicar a los niños qué es el dolor crónico y que está ayudando a muchas familias a que sus vidas y rutinas sean más sanas.
Y la canción sigue:
“Cuantas cosas para contar
Siempre dejé pedazos de mi
Malgastando papeles que
Nunca tiré, sé que servirán”
Eso es lo que hago, aquí al lado de mi cama, tengo varios cuadernos empezados donde escribo, donde me purgo, me alivio y camino más ligera. No los tiro, quien sabe. A veces, no sale nada, en ocasiones salen cosas que no me gustan pero ese: “Sé que vendrán” me hace confiar en algo cuando la esperanza se ve muy difuminada y luego me quedo con la creencia de que la próxima vez vaya todo mejor y “pueda curarme del dolor que encerré dentro de mi” al llenar mis cuadernos.
Todo esto, me hace reflexionar que por muy poderosas que sean las musas, lo que ocurre es que siguen saliendo mis ganas por estar mejor, por crear algo. Que mi arranque y mi motivación son mis más preciados tesoros, igual que los de mis amigas.
¿Y si algún día de tanto cantarla el último verso de la canción se hace realidad?
“Todo lo oscuro se hizo luz”
Te la pincho: Escucha, por favor.
Escrito por María José Parra, autora del blog Colorear con dolor. Puedes seguirla en Twitter desde aquí.